Un soldado llamado Kevin Elliot, murió en la guerra en Afganistán, y su mejor amigo Barry Delaney sabía que debía cumplir una promesa que se habían hecho mutuamente tres años antes. La promesa consistía justamente en lo que hizo Barry,si uno de los dos moría en combate el otro debía asistir al funeral con un vestido, pero mientras más escandaloso mejor.

Mientras él se metía dentro de un vestido ajustado color verde muy brillante con un par de calcetines color rosas, bebió vodka solo y brindo por su amigo con el trago favorito. Tenían un trato y el amigo lo estaba cumpliendo.
Elliot muy a menudo comentaba que sobre como el enemigo usaba estrategias cada mes más audaces y como se iba fortaleciendo con el tiempo, comenta Delaney.
El trato fue idea del soldado fallecido, pues estaba muy asustado antes de partir al Medio Oriente y necesitaba relajarse, algo jocoso, los amigos y todos bromeaban sobre su funeral y decidieron que el vestido debía ser lo más chillón posible, rosa con verde una combinación bastante graciosa.
Como era de esperarse muchas personas lo vieron con malos ojos y algunos lo criticaron, pero todos sabían la promesa que él le había hecho a su amigo.
Delaney trato de mantenerse firme sin llorar durante toda la ceremonia, pero cuando se inclinó a preguntarle a su amigo si le gustaba el color del vestido que había elegido, no puso contener las lágrimas.