La Real basílica de San Francisco el Grande es un templo católico en Madrid (España), en el barrio de Palacio, dentro del centro histórico de la capital de España. Preside la cara occidental de la plaza de San Francisco, configurada por la intersección de la calle Bailén, la Carrera de San Francisco y la Carrera de San Francisco. Forma parte del convento franciscano de Jesús y María, fundado a principios del siglo XIII, sobre una desaparecida ermita dedicada a santa María.
La basílica fue construida en estilo neoclásico en la segunda mitad del siglo XVIII, a partir de un diseño de Francisco Cabezas, desarrollado por Antonio Pló y finalizado por Francesco Sabatini. El edificio destaca por su cúpula, considerada como la tercera de planta circular de mayor diámetro de la cristiandad; por su suntuosa decoración interior, realizada en estilo ecléctico a finales del siglo XIX; y por su pinacoteca, representativa de la pintura española de los siglos XVII a XIX, con cuadros de Zurbarán y Goya.
Su titularidad corresponde a la Obra Pía de los Santos Lugares de Jerusalén, organismo autónomo dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. El 19 de octubre de 1980 fue declarada Monumento Nacional, según Real Decreto, recibiendo por tanto la condición de Bien de Interés Cultural (BIC).
San Francisco el Grande forma parte de un complejo conventual, donde, además del templo, destacan otras construcciones de interés histórico-artístico. Una de las más relevantes es la capilla del Cristo de los Dolores para la Venerable Orden Tercera de San Francisco, situada en una edificación contigua, junto a la fachada septentrional de la basílica. Fue levantada entre 1662 y 1668, a partir de un diseño del arquitecto Francisco Bautista, quien contó con la colaboración del pintor y escultor Sebastián de Herrera. Las obras fueron ejecutadas por el alarife Marcos López. En 1969 fue declarada Monumento Nacional y en 2001 fue catalogada como Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid. El edificio consta de una nave longitudinal, que se extiende en su extremo a través de un presbiterio, donde está instalado el altar mayor. La cubierta se resuelve mediante bóveda de cañón y una cúpula sobre pechinas.
En el interior sobresale su decoración barroca, con especial mención al baldaquino donde se guarda la talla del Cristo de los Dolores, diseñado por Herrera y realizado en 1664 por el carpintero Juan Ursularre Echevarría. Los materiales empleados fueron maderas, jaspes y mármoles.
En el año 2007, fue inaugurada la Dalieda de San Francisco, que se extiende al sur de la basílica, donde, en la Edad Media, estuvo emplazado el claustro del primitivo convento sobre el que se levanta el templo. Tiene una superficie de 4.384 m² y está integrado por diferentes parterres con plantaciones de dalias. Se encuentra presidido por el grupo escultórico de San Isidro, obra de Santiago Costa, que estuvo anteriormente instalado en la Fuente de Juan de Villanueva (1952).
Al oeste del edificio, se extiende hacia La Almudena el anexo parque de La Cornisa, así llamado por su emplazamiento al borde de la hondonada que forma el valle del río Manzanares.