El Teatro Real es el teatro de la ópera de Madrid, considerado uno de los más importantes de España y Europa. Se encuentra situado en la Plaza de Oriente, frente al Palacio Real, y es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
Fue fundado a principios del siglo XIX, en el año 1818, e inaugurado en 1850, y se mantuvo de forma ininterrumpida como teatro de ópera hasta 1925, cuando tuvo que cerrar a causa de problemas estructurales en el edificio. No volvió a abrir sus puertas hasta 1966, como sala de conciertos sinfónicos. Entre 1988 y 1997 sufrió una importante remodelación que lo volvió a convertir en coliseo operístico.
El Teatro Real es un Bien de Interés Cultural (BIC) del Patrimonio Histórico Español, en la categoría de «Monumento Histórico». Fue declarado como tal por Real decreto 1387/1993 de 30 de julio, y la declaración fue publicada en el BOE el 3 de septiembre de 1993.
El rey Fernando VII promovió la construcción en Madrid de un teatro de ópera incluido dentro del proyecto de remodelación de la Plaza de Oriente. Para ello, se ordenó la demolición del antiguo Teatro de los Caños del Peral. El proyecto se encargó al arquitecto Antonio López Aguado, que diseñó un edificio con forma hexagonal irregular, cuya fachada principal miraría a la Plaza de Oriente y la otra, de menor empaque, recaería sobre la actual Plaza de Isabel II. La primera piedra del nuevo teatro de la ópera se puso el 23 de abril de 1818, pero la escasez de fondos de la Casa Real impidió que las obras arrancaran antes de 1830. A la muerte del arquitecto, el proyecto fue asumido por Custodio Teodoro Moreno. Tras la subida al trono de la reina Isabel II, numerosos acontecimientos políticos y burocráticos paralizaron la ejecución del proyecto, hasta que el 7 de mayo de 1850, por medio de una Real Orden, se impulsaron las obras del Teatro, exigiendo su finalización en un plazo de seis meses, como así se hizo.
En la decoración interior trabajaron los artistas y decoradores más importantes de la época, como Rafael Tejeo, Eugenio Lucas, que pintó los techos, o Humanité-René Philastre, que diseñó el telón de boca. Aparte del coso teatral, con capacidad para 2.800 espectadores, había dos salones de baile, tres salones de descanso, una confitería, un café, un tocador y un guardarropa. Todas estas comodidades se habían copiado de grandes teatros europeos como el San Carlo de Nápoles o La Scala de Milán.
El Teatro se inauguró el 19 de noviembre de 1850, coincidiendo con la onomástica de la soberana. La obra elegida para el estreno fue la ópera La favorita de Gaetano Donizetti y actuaron artistas de renombre, como la contralto Marietta Alboni, la soprano Erminia Frezzolini o el director de orquesta Michele Rachele.