La garganta de Olduvai o de Oldupai constituye uno de los lugares más importantes en el este de África en relación a yacimientos paleontológicos y arqueológicos prehistóricos olduvayenses y achelenses. Los barrancos de este cañón también son conocidos oficiosamente con el sobrenombre de «cuna de la humanidad».
En la actualidad, el gobierno tanzano prefiere denominar el sitio con su nombre original masai, «Oldupai», y así se encuentra escrito en los indicadores de carretera. El término proviene del nombre local de la planta Sansevieria ehrenbergii, muy abundante en esta zona, cuya principal característica es que retiene en su interior agua, por lo que es masticada por elefantes y masais cuando este líquido escasea. La confusión se arrastra desde que llegaron los primeros exploradores alemanes a principios del siglo XX, que transcribieron incorrectamente su nombre original.
Hace millones de años este emplazamiento estaba ocupado por un gran lago, cuyas orillas se cubrieron con depósitos sucesivos de cenizas volcánicas. Hace unos 500 000 años la actividad sísmica produjo la modificación de la red fluvial, drenándose el lago y comenzando a erosionar los sedimentos.
El entomólogo Wilhelm Kattwinkel recolectó fósiles en el lugar en 1911, tras lo cual fue organizada una expedición dirigida por el geólogo Hans Reck, que en 1913 descubrió un esqueleto humano.
En las proximidades de la garganta está situado el Museo de la garganta de Olduvai (Olduvai Gorge Museum en inglés), que presenta exposiciones relativas a la historia de la garganta.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Garganta_de_Olduvai