La granja pertenece a Salgot, una empresa familiar que produce embutidos y derivados de la carne de cerdo desde 1928 y que recientemente ha decidió apostar por la línea ecológica.
La explotación ecológica está en una cantera que fue totalmente remodelada. El proyecto arquitectónico garantiza que todas las áreas reciban luz natural y que todos los animales tengan espacio al aire libre en el que poden hacer sus “cochinadas” tranquilamente y con esto me refiero a que pueden jugar, remover el suelo y comportarse como cerdos.
Cosas que parecen obvias, pero en las explotaciones tradicionales los animales suelen estar confinados en naves sin apenas espacio para moverse, esto significa doble ganancia: sin moverse los cerdos engordan más rápidamente y apretujados se necesita menos espacio para producir muchos más cerdos.
Una vida más cercana a la natural, sin problemas de superpoblación, en un ambiente aireado y soleado y, con razas rústicas y resistentes, permite tener cerdos sanos, lo que significa menos enfermedades y menos medicación.
Al poder moverse libremente estos animales engordan más lentamente, es decir crecen en su ritmo natural. Un cerdo tradicional alcanza el peso de abate a los 5 meses, mientras que los cerdos ecológicos tardan 10 meses para alcanzar el mismo peso. Lo que confiere también una carne más consistente, con menos colesterol y de sabor más intenso.
Las instalaciones cuentan con placas solares para producir energía y para calentar el agua (que se usa para la calefacción de los espacios donde duermen los cerdos), los excrementos se usan para obtener energía desde biomasa. Los jardines están poblados con flora local, que pide poco riego y el riego se hace con agua de lluvia que se almacena en depósitos.
Pese a todo esto, sigue siendo más ecológico y más compasivo ser vegetariano. Primero porque obtener proteínas de los vegetales es más eficaz que obtener proteínas de otros animales. Segundo porque, pese a que, los cerdos puedan disfrutar de una vida más digna en una granja ecológica, seguirán siendo sacrificados al final de estos 10 meses de crecimiento y engorde.
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