Es el primer museo que se fundó en el departamento de Antioquia, fue el segundo que abrió sus puertas en Colombia y uno de los primeros museos en América del Sur que cuenta con una sala de arte.
Fue fundado a finales de 1881, en su momento se exhibían objetos que representaban momentos importantes históricos de Antioquia y de Colombia, posteriormente en el siglo XX comenzó a funcionar como museo artístico, patrocinado por la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín.
A partir de 1975 el Maestro Colombiano Fernando Botero comienza a entablar una relación cada vez más cercana con el museo donando así algunas de sus obras. En este año dono la obra “El Exvoto”, posteriormente en 1984 y a finales de los 90 realizó otras donaciones hasta que el Museo cambio su sede a la conocida Plaza de Botero, en el antiguo Palacio Municipal de Medellín.
Hoy en día el Museo posee una colección de 5.000 piezas en las que se encuentra desde piezas arqueológicas hasta obras de arte contemporáneo y cubre en sus posesiones todas las épocas de la historia de Colombia.
Museo de Antioquia 135 años: Museo contemporáneo
El Museo en 1977 cambió de nombre. En esta ocasión pasó a llamarse Museo de Arte de Medellín, Francisco Antonio Zea. La razón del cambio resultó de la necesidad de evitar confusiones en la sociedad local e internacional que lo visitaba: los turistas no entendían el significado de Zea y los locales lo confundían con el Museo de Cera, entidad itinerante que permaneció por una extensa temporada en la ciudad.
El maestro Fernando Botero en 1978 hizo su primera oferta de donación de obras a la Institución. Por la poca eficacia que tenía su razón social, plantea que se llame Museo de Antioquia, para proporcionarle una identidad importante y referida con la cultura del Departamento. El cambio fue aceptado por la Gobernación de Antioquia.
Las colecciones fueron conseguidas en su mayoría por donación de artistas, familiares de artistas y coleccionistas privados. Algunas han sido obtenidas directamente por el museo con recursos propios o a partir de donaciones de dinero, concedidas con ese fin.
Estos esfuerzos han permitido el crecimiento progresivo, tanto en cantidad como en calidad, de los fondos artísticos de la Institución a través de su historia.
Fuentes: