Navigli fue el principal puerto fluvial de Italia a finales del siglo XIX, cuando en el año 1300, el mármol para construir el Duomo navegaba sobre estas piedras.
El testimonio del pasado sigue hoy, vivo, en Dársena, que une los dos canales supervivientes, el Naviglio Grande y el Naviglio Pavese, llenos de agua del río Ticino.
Todo este barrio ha tenido un gran auge turístico en los últimos años, convirtiéndose en un punto de encuentro imprescindible para los fines de semana. Es allí donde se concentra lo mejor de la vida nocturna de Milán.
El único que necesitas hacer para llegar a Navigli es tomar la linea 2 del metro (verde) y bajar en la estación Porta Genova, la segunda opción es tomar el tram y poder conocer la cuidad mucho mejor.
En verano, sobre todo, las calles se atiborran de jóvenes disfrutando y bebiendo en la calle y terrazas y se crea un ambiente precioso para aquellos a los que les gusta disfrutar de la noche de una forma diferente. Dependiendo de tu edad te convendrá más una u otra zona; en el Naviglio Grande hay más adultos mientras que en el Pavese suelen reunirse los muchachos más jóvenes y suele haber ambiente de locura adolescente.
Por otro lado, por si te interesa, el último domingo de cada mes se celebra en el Naviglio Grande un mercado de antigüedades.
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