Desde la época musulmana, siglo IX d.C. Madrid ha estado amurallado. Como ciudad que iba creciendo por ser villa y luego capitalidad, el perímetro iba ampliándose según las necesidades, así en el siglo XII los cristianos amplían la ciudad con una nueva muralla, por lo que las tres puertas con las que contaba, tuvieron que moverse de sitio. Sería Felipe II y más tarde Felipe IV, en 1625, quienes nuevamente han de mover tanto los muros como las puertas, quedando los distritos de centro y del Parque del Retiro dentro del cerco amurallado. Con esta ampliación, se ven obligados a hacer una nueva puerta de entrada a la ciudad, en la calle de Alcalá y frente a la de Alfonso XI. Es la Puerta de Alcalá, que se convertiría en la puerta de acceso principal y símbolo de la ciudad. Su nombre se debe a que la puerta se encuentra en la antigua salida hacia Alcalá de Henares.
En el plano de Texeira aparecen adosadas a la puerta una capilla y una pequeña casa, donde parece que vivían los encargados del Registro a los visitantes.
En un principio la puerta de Alcalá es de estilo barroco, con tres puertas, las dos laterales más pequeñas. En la parte superior se adivinaban las imágenes de Nuestra Señora de la Merced, la de San Pedro Nolasco y la de la beata María Ana de Jesús.
A la llegada de Carlos III al poder y trasladarse a Madrid, hace tirar dicha puerta y encarga al arquitecto neoclásico Sabatini la construcción de otra más señorial, a modo de arco del triunfo. Sabatini presentó el proyecto con dos acabados distintos, uno con pilastras y otro con columnas adosadas. Ambos gustaron lo suficiente, como para que finalmente se fundieran los dos bocetos en uno solo y por eso las fachadas de la Puerta de Alcalá son distintas.
Se cambió ligeramente de sitio, que es la situación que tiene en la actualidad. Fue inaugurada en el año 1778. Con una altura de 19,50 metros, consta de 5 vanos, tres arcos centrales de medio punto para la entrada y salida de carruajes, y dos puertas laterales una a cada lado para los peatones. Disponían de verjas que se cerraban por la noche.
En la parte superior, en el frontón central del lado oeste, la que quedaría fuera de la ciudad, se colocó la inscripción “REGE CAROLO III, ANNO MDCCLXXVIII”, y el del lado este un escudo de la casa de los Borbones con el Toisón. Todos los escudos, yelmos y niños, están hechos de piedra blanca de Colmenar.
En la cara oeste se construyó uno de los acabados, el de las columnas, estando los vanos rematados con 10 minicolumnas jónicas, mientras que la cara este, fue la de las pilastras y las dos columnas que lleva el arco central.
La ciudad siguió creciendo y en 1868 se derribó la cerca definitivamente, desaparecieron todas las puertas menos la de Toledo, la de San Vicente y la de Alcalá, las tres puertas que hay en la actualidad dentro de la misma. En 1874 la plaza finalmente se terminó derribando. La puerta de Alcalá está situada en la Plaza de la Independencia, nombre que se dio a la plaza en homenaje a la resistencia de los zaragozanos en la guerra de la Independencia.
En el lado de fuera de la Puerta de Alcalá, se planificó la construcción de una plaza de toros, empezando por Felipe V que la inauguró en 1743, posteriormente, en 1754, el rey Fernando VI, rehace la plaza contando con los arquitectos Ventura Rodriguez y Fernando Moradillo. Nuevas reformas se llevaron a cabo en 1833, hasta que en 1874 la plaza es erribada finalmente.
Como uno de los monumentos más importantes de Madrid que es, en él han ocurrido multitud de hechos de todo tipo: Al estar situada en medio de una cañada real, el paso de las ovejas en busca de nuevos pastos ocurría año tras año, todavía pueden verse los mojones que indican su calidad de vía pecuaria. En 1823 la Puerta del Alcalá es testigo de la entrada de las tropas francesas, denominadas los Cien Mil Hijos de San Luis, para apoyar el absolutismo de Fernando VII frente a los liberales, de ese momento quedan para el recuerdo los impactos de bala que se hicieron en la época, que pueden verse en la actualidad. Por la puerta han pasado vencedores de todos los bandos y vencidos. En la actualidad sirve de soporte y punto de encuentro para actos culturales u oficiales. En el verano del 2011, en el mismo lugar de la puerta, se recibió y se le dio las llaves de la ciudad, al Papa Benedicto XVI.
Fuentes:
http://www.historialia.com/detalle/50/puerta-de-alcal-madrid