Valle de Aosta forma parte de las 20 regiones que conforman Italia, está ubicada en la zona noroeste del país y destaca por ser la más pequeña y menos poblada de Italia. Por el norte limita con Suiza, con la región del Piamonte por el sur y con Francia por el oeste. Su capital es la ciudad de Aosta.
Debido a su ubicación en los Alpes, la región de Valle de Aosta presenta una gran diversidad de climas; que varían desde los 300 a los 2000 metros sobre el nivel del mar, influyendo en el clima, que pasa de ser oceánico, continental húmedo, oceánico frío, continental frío y llegando hasta el hielo perpetuo.
El Valle de Aosta está rodeado por algunas de las cimas más altas de Europa: en el este, el monte Cervino (4.478 m), compartido con Suiza donde lo llaman Matterhorn; y en la frontera con Francia, el Mont Blanc (4.807 m), llamado Monte Bianco en italiano.
Cuando se piensa en el Valle de Aosta, la mente te lleva de inmediato a las pistas de esquí de Cervinia, Courmayeur y Pila, lugares conocidos en toda Europa por los amantes de los deportes de invierno como el esquí, trekking, snowboard y patinaje sobre hielo.
mientras que en los meses más cálidos se puede practicar alpinismo, rafting, canoa, excursiones a pie, ciclismo de montaña, equitación y golf. Sin olvidar los deportes aéreos como paracaidismo, ala delta o parapente.
Entre sus imponentes montañas y variados valles, se encuentra el primer Parque Nacional italiano, instituido en 1922, el Gran Paradiso, donde todavía es posible encontrar animales en su ambiente natural: gamuzas, águilas reales, marmotas y, naturalmente, la cabra montesa, símbolo del parque.
La gastronomía valdostana se nutre de las notables gastronomías de los países cercanos, tales como Francia y Suiza, incluyendo también los ingredientes tradicionales del norte de Italia. Aquí se puede identificar quesos como la fontina o el fromadzo, embutidos como el jamón de Bosses, frutas y verduras, además de la gran cantidad de vinos.
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