Játiva es una de las pocas ciudades españolas que ha conservado un topónimo prerromano. Los iberos la conocieron como Saiti, lo que derivó en latín a Saitabi o Saetabis. En árabe evolucionó a مَدينَة شاطِبَة (madīnat Šāṭibat) y de ahí al valenciano Xàtiva.
Históricamente, Játiva fue una de las poblaciones más importantes del Reino de Valencia, rivalizando incluso con Valencia y Orihuela, las otras dos ciudades más importantes en la época foral. Fue cuna de los papas Borja y conserva un importante patrimonio artístico, a pesar de que fue quemada en 1707 por las tropas borbónicas como represalia por apoyar a las tropas austracistas durante la Guerra de Sucesión.
Durante la Guerra Civil Española la localidad se mantuvo fiel a la Segunda República hasta el final de la contienda, con la presencia de algunas industrias de guerra. El 12 de febrero de 1939 sufrió una incursión de bombarderos italianos de la Aviación Legionaria, que atacaron principalmente la Estación de trenes y sus alrededores. El bombardeo dejó 129 muertos y más de 200 heridos, muchos de ellos mujeres y niños que abarrotaban los andenes de la estación para recibir la llegada de un convoy militar que en ese momento efectuaba su entrada.
El Castillo (Castell) encaramado sobre la sierra Vernissa, domina completamente la ciudad de Játiva. Su núcleo original, situado en el actual Castillo Menor (Castell Menor), es de origen ibérico y fue posteriormente habitado por los romanos, quienes también comenzaron la construcción del Castillo Mayor (Castell Major).
El conjunto actual, sin embargo, presenta una arquitectura principalmente islámica o de estilo gótico. Fue prisión de estado de la Corona de Aragón, y fue considerado durante muchos siglos como la plaza más fuerte del Reino de Valencia.

Fuentes: