Es originaria de los Alpes Suizos. Se difundió y fue mejorada en los Alpes Franceses cruzándose con cabras autóctonas de la zona, donde adquirió el nombre “Alpino Francesa”. En España el primer rebaño aparece a finales de la década de los 70, proveniente del país vecino, en Villarcayo (Burgos), poco después se crea algún rebaño en Navarra. A lo largo de la década de los 80 se distribuye prácticamente en pureza por el norte de Castilla y León y por la montaña oriental asturiana.
A lo largo de la década de los 80 se distribuye prácticamente en pureza por el norte de Castilla y León y por la montaña oriental asturiana. En los 90 se extiende desde el noroeste de León por el norte de Zamora hasta Salamanca, a su vez se instauran unos pocos rebaños en Cataluña.
Es una raza especializada en la producción láctea de formato medio, rústica y adaptada tanto a la estabulación (Establos) permanente como al pastoreo, o a la vida en la montaña. Se explota en su mayoría en intensivo y su producto principal es la leche, que en su mayoría se destina a la elaboración de queso. Otras aptitudes de esta raza son la producción de pieles y la producción de carne de cabritos lechales.
La cabra de raza Alpina es una gran lechera. Disfruta de una alta adaptación al ordeño mecánico por la buena conformación de su ubre, que, gracias a la conformación del tercio posterior, libera la leche con gran facilidad de una sola vez.
Los cabritos pesan al nacimiento 4-5 Kg. hembra y macho respectivamente, tardan un mes en alcanzar 9,5 Kg. que es el ideal para su comercialización con un rendimiento de la canal del 64%. La mayoría de las explotaciones realizan la cría de los cabritos mediante lactancia artificial.
Fuentes: