Susan Hickman hace como un año vio un huevo de ave roto en el piso, increíblemente un polluelo estaba saliendo del cascarón roto. Susan empezó a buscar el nido de donde cayo pero ya que no lo encontró decidió adoptarlo y darle el nombre de Klinger.
Era Chiquito
Como cualquier otro recién nacido, Klinger necesitó mucha atención. A pesar de que no se sabía si sobreviviría, Susan hizo todo lo que pudo para ayudar.
“las primeras dos semanas, tenía que ser alimentado cada media hora desde que el sol salía hasta que entraba.”
Klinger ya estaba en crecimiento.
Siguió alimentándose y ganando fuerza.
el progreso ya era notorio!
Hasta ya se bañaba solo.
ya se veía bien Klinger.
ya jugaba con su bola.
y aquí esta ¡feliz un año Klinger!
¿Que opinas?
Si te gusto este articulo también te puede interesar :5 gigantescos animales que existieron y debes de conocer