Un buen samaritano la encontró y llevó a Sociedad Canadiense de Protección de Animales (SPCA en inglés) e inmediatamente Willow fue trasladada de urgencia al Hospital «Animal Dewdney» en Maple Ridge, donde recibió tratamiento.
“Ella se ha evaluado con una puntuación de “uno” en una escala de «condición del cuerpo canino» de uno a nueve, lo que significa que ella está gravemente desnutrida”, dice el oficial de protección animal de la BC SPCA Eileen Drever.
“Cuando llegó por primera vez ella era incapaz de acostarse debido al dolor abdominal causado por rocas y tierra en su tracto gastrointestinal”, dice Drever. “No había restos de comida en el estómago por lo que pensamos que estaba comiendo grava (rocas pequeñas) para tratar de mantenerse con vida.”
Willow ha ganado peso desde que fue rescatada y mejora cada día aferrándose a la vida como pocos lo hacen. “Apenas podía caminar cuando ella entró. Sus músculos son todavía muy débiles y que a veces pierde el equilibrio, pero ahora es capaz de caminar”, añade Drever.

La imagen de Willow recorrió todo Canadá con el fin de identificar al responsable de este hecho repudiable y efectivamente la difusión dio sus frutos. “Hemos recibido una llamada de un vecino que reconoció a la perra después de verla en los medios de comunicación”, dice Marcie Moriarty, jefe de prevención y ejecución de la BC SPCA. “La información de este individuo condujo a la identificación del dueño de la perra, un residente y estudiante universitario de Coquitlam de unos 20 años. Después de haberlo oído creemos que hay pruebas suficientes para seguir adelante con los cargos de crueldad animal en virtud tanto de la ley de Prevención de la Crueldad a Animales y el Código Penal de Canadá”.
Aún se desconoce las condiciones en las que vivía la perra y si llegó a escaparse (que es lo más seguro) en algún momento hasta que fue ubicada por un ciudadano. Por el estado en el que se encontraba se presume que estuvo varias semanas sin comer nada a excepción de piedras.