El Persa es una raza de gato comúnmente considerada como gatos aristocráticos, ya que el 75% de los gatos de pedigree registrados son persas. Los primeros fueron introducidos en Italia desde Irán en la década de 1620 por Pietro della Valle. La rama persa actual se desarrolló a finales de 1800 en Inglaterra y proviene del gato de Angora.
Se caracteriza por ser de un tamaño mediano a grande. Su cabeza es redonda, maciza y el cráneo es ancho. Los pómulos son prominentes y su hocico es corto. Los ojos son grandes, redondos, bien abiertos y entre más separados mejor, de un color muy intenso y brillante.
La posición de la nariz debe estar asimétrica pero muy importante que se encuentre a la altura de los ojos. Las orejas deben tener posición de «V» asimétricas en la cabeza y son pequeñas y redondeadas.
El cuerpo de este gato es robusto y musculoso. Tiene abundante pelaje, largo y sedoso. Su cola es peluda y redondeada en el extremo. Por estas características podemos decir que no destacan por ser esbeltos sino más bien macizos y redondeados.
El gato persa puede ser de colores muy variados. Hay gatos persas de un solo color, intenso, como el negro, el blanco, el azul, el chocolate, el lila, el rojo y el crema. También pueden ser de colores variados entre de franjas y colores llamados Tabby. Los machos solo pueden poseer dos colores, mientras que las hembras hasta tres. Existen los persas Himalayos, que los distingue su color azul con tintes oscuros que remarcan en sus orejas, cola, las puntas de sus patas y sus rostros, a esto se le llama «punto.
La principal característica de estos felinos es su abundante pelaje, y tienden a mudarlo en temporadas. Es recomendable mantener un cuidado constante de su pelo, cepillándolo cada tres días.
Estos gatos tienen un carácter tranquilo y apacible, son familiares y les encanta estar con los niños. Pasa la mayor parte del día durmiendo y le gusta exhibir su belleza.
En cuanto a cuidados especiales es recomendable investigar sobre cómo asearlos correctamente y tener un cuidado detallado con respecto a su pelaje. Tiende a desarrollar una enfermedad conocida como enfermedad renal poliquística por lo que es importante realizar un diagnóstico precoz para evitar gravedad de la enfermedad. Si se esterilizan hay que tener cuidado con la alimentación, ya que tras la operación tienden a sufrir de sobrepeso y es muy grave en estos animales.