En el corazón de la ciudad de Medellín, la segunda ciudad más grande de Colombia, se encuentra la Plaza San Antonio. Inaugurado en 1994 como área de recreación pública, está salpicado de esculturas de Fernando Botero, uno de los hijos más famosos de Medellín.
Pero lo que distingue a esta plaza de otras plazas es un conjunto de esculturas de pájaros; Llamados ‘pajaros de paz’.
La primera fue explotada durante un concierto en 1995, matando a 23 personas e hiriendo a muchas más. En el año 2000, Botero hizo e idéntica ave y la colocó junto al resto de la otra; Como un símbolo de la paz y un monumento a las víctimas.
Estos 2 pájaros son simbólicos a la ciudad y representan su historia. El hogar del infame jefe de la droga, Pablo Escobar, Medellín fue una vez nombrada la ciudad más peligrosa del mundo. Pero hoy, es una ciudad urbana con infraestructura moderna que incluso Bogotá no puede competir.
Estas obras son un recordatorio para la historia, cada persona que se pose en la plaza pueda visualizarlas y entender la historia de paz tan arraigada que compromete al artista con sus ciudad y sus ciudadanos.
Medellín fue un hogar para este nómada durante más de un año, y durante el tiempo que estuve allí me gustó, e incluso me encanto. Lo que hace que esta ciudad sea tan especial no son las infraestructuras modernas sino su gente.
Están entre la gente más amable que he conocido. Viven intensa, apasionadamente y en el presente. Supongo que eso tiene mucho que ver con crecer en la incertidumbre del tiempo peligroso.
Me enseñaron a amar la vida apasionadamente ya vivirla en la actualidad. Ningún otro lugar me había enseñado tanto como Medellín.
Autor Wander2nowhere
Fuentes:
Historia del Artista: Fernando Botero